Sin Tilteo: Gillette Infinity y la eterna reestructuración que debe acabar

Este año, Gillette Infinity no tiene excusas ante el proyecto entregado. No salir campeón sería otro fracaso a la alicaída autoestima de los de Costa Rica en los últimos dos años, en el que han visto que, split tras split, no logran su cometido.

Por Joaquín González
@B1gMoney1

Gillette Infinity viene de dos años sin éxitos deportivos. Sus últimos títulos regionales fueron la LLN clausura y la Copa Latinoamericana de 2018 en contra de KLG previo a Worlds. Esos títulos podrían haber marcado un poco la tendencia de lo que iba a pasar en la cita mundialista de ese año, siendo uno de los mejores pasos de un equipo latino en escenario internacional. Pero luego de ello, los del infinito han tenido que enfrentarse a no concretar proyectos deportivos y con las críticas por la ambición a la cual enfrentan torneo a torneo.

Durante 2020, Gillette Infinity rompió el mercado de pases con la integración de la superestrella argentina Matias ‘’WhiteLotus’’ Musso, lo que implicaba que la organización tenía la presión de salir campeón sí o sí. Integraron también a Genthix y mantuvieron la base de Straight, Cotopaco y SolidSnake. 

No obstante, los problemas del infinito siempre radica en tener una buena fase regular, pero al momento de llegar a playoffs decae su nivel. Esto se pudo ver en el cuarto lugar de apertura de la temporada pasada y lo que, para muchos analistas, fue la peor presentación en la historia de la organización, quedando fuera de la post-temporada en el clausura.

Paul ‘’Monrrow’’ Venegas había declarado en redes sociales, en agosto de 2020, que la reestructuración de Infinity era inminente, entendiendo los costos que la organización había sufrido. Ya han pasado casi dos años desde ese momento de lo que fue su última victoria deportiva, por lo que el coaching staff fue cesado inmediatamente y jugadores icónicos, como Cotopaco, salieron de la organización.

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Para este 2021 y en una clásica faceta de Gillette Infinity, volvieron a golpear el mercado de pases contratando a jugadores con proyección y valor mecánico, como el chileno Cristian ‘’Cody’’ Quispe y en la joven promesa argentina proveniente de la Liga Master Flow, el soporte Gabriel “Ackerman” Aparicio. Conocido por su temporada en Nocturns Gaming, salió campeón de apertura y fue semifinalista en clausura. 

Lo más relevante es la llegada de Buggax, quien fue bicampeón con Isurus en 2019 y que llega de un irregular primer split con Falkol del desaparecido Circuito Desafiante de Brasil, sumado a una inactividad que daba a especular sobre el estatus del jugador en las ligas de Latinoamérica. Su llegada a Infinity debe ser un bálsamo para una zona del mapa que ha sido problemático desde la salida de Relic. No han logrado los resultados esperados y que en el oriundo de Uruguay buscan una solución.

Una de las dudas que más se genera en la organización son los problemas que tuvieron a días de iniciar la competición, con la salida abrupta del head coach norteamericano Cody “DFTBA” Gerard, acusando una experiencia profesional que lo devastó emocionalmente y por lo que tuvieron que ascender al entrenador brasileño Gabriel ‘’Von’’ Barbosa. El coach registra una última temporada saliendo 8vo en CBLOL en apertura y último en el Circuito Desafiante en clausura con Redemption. 

En palabras de la misma organización, era el paso correcto a dar y han confiado en las habilidades y liderazgo en Von. Este pequeño quiebre puede entregar incertidumbres a los fans de Gillette Infinity, entendiendo que todos los años entregan la promesa de campeonar, sobretodo por la calidad de jugadores que han pasado por su organización. Pero el aspecto administrativo de sus proyectos deportivos no han dado el ancho necesario para una competición exigente como lo será este año la LLA.

Este año, Gillette Infinity no tiene excusas ante el proyecto entregado. No salir campeón sería otro fracaso a la alicaída autoestima de los de Costa Rica en los últimos dos años, en el que han visto que, split tras split, no logran su cometido. La reestructuración infinita debe acabar y este torneo debe ser el punto de partida para ser los mejores.