El viernes 29 de julio se jugó la gran final de la Liga Master Flow entre Leviatán y Boca Jrs de manera presencial en el Polideportivo San Lorenzo. Prensa Esports estuvo presente y contamos un poco del evento.
Después de una fase regular peleada, llena de grandes momentos y una etapa de playoffs sorpresiva, el clausura de la Liga Master Flow tuvo un final a la altura de las expectativas. Pintada como una de las mejores, sino la mejor, LVP en términos de juego y contenido, la verdad es que su estancia presencial tenía muchas expectativas sobre sus hombros.
LEVIATÁN, EL GRAN CAMPEÓN
Personalmente no tengo mucho sobre lo que quejarme realmente. El evento se ubicó en un lugar bastante grande y espacioso, con un sector al aire libre que contaba con patio de comidas y varios stands interesantes. Los main sponsor de la Liga Master Flow hicieron presencia con juegos, regalos y sorteos divertidos que mantenían a la gente entretenida durante los minutos de pausa entre partidas.
El comienzo del evento, sin embargo, se vio opacado por una demora de poco más de 30 minutos que dio un aire de incertidumbre al principio de la final. En un momento hubo una larga fila de personas que no sabían que tenían que hacer o con quien hablar para entrar al estadio, y fue todo muy confuso al comienzo. Por suerte la confusión duró poco y mientras todo se iba ordenando el evento supo fluir a buen ritmo. El estadio por dentro era un lujo de ver. La organización, la puesta en escena y el escenario de la final estuvieron prolijos.
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La final empezó con el show de Dillom. Y de esto realmente no tengo mucho para decir, no conozco al artista por lo que no puedo hacer una gran crítica a su performance. Por momentos sentí que el sonido se saturaba demasiado o estaba muy alto, pero la mayoría de los presentes disfrutó de gran manera el show de apertura, por lo que supongo que realmente no importó mucho.
Ahora sí, la gran final empezó con una partida de infarto. Leviatán y Boca no se dieron tregua y jugaron un primer juego táctico que se llevó hasta el minuto 40. La tensión se sentía en el aire con cada jugada y los hinchas, grandes protagonistas del evento, estuvieron pegados agarrados a sus butacas. En cada objetivo, dragón o pelea a favor se escuchaba a los hinchas de un equipo u otro gritar cómo desaforados, trayendo ese aire de cancha que caracteriza a los argentinos. El primer encuentro terminó con una pelea por equipos que Leviatán se sacó de la galera y que se festejó de gran manera.
En el segundo encuentro pasó algo similar, sólo que esta vez la tensión estaba compenetrada a la Kayle de Buggax, que con cada nivel se volvía más importante y determinante. La última pelea por equipos que le dio la victoria al dragón fue un lujo de ver en vivo con los hinchas gritando. Ya para la tercer partida el aire era distinto, todo parecía destinado a un 3-0 y, tras unos primeros minutos de dominio de Leviatán, el público empezó a palpitar el principio del fin. Leviatán venció y salió campeón de manera contundente, y si bien los presentes esperaban una final a cinco juegos, se puede decir que salieron conformes con el show brindado. Yo, por lo menos, así me fuí.
CONCLUSIÓN
La gran final de la Liga Master Flow estuvo a la altura de todo lo que fue su año, y dejó buenas impresiones y grandes expectativas de cara a lo que se viene. La vuelta a la presencialidad es una de las mejores cosas que le pudo pasar a los esports, ya que eventos cómo este siempre dejan un buen sabor de boca al final.
