¿Qué servicio se presta al ser un equipo profesional de esports? Ahondamos sobre esto para que puedan planificar una estrategia comercial y tributaria correcta.
Rodrigo Gómez
Socio e-Lawyers
@eLawyers3
En esta columna vamos a indagar respecto de cómo podemos saber cuál es el servicio que se presta al ser un equipo profesional de esports y cómo ello se ve reflejado en la ley chilena.
Debemos tener en mente que, para tener un equipo de esports, lo más común es generar una empresa. Esta puede ser de sociedad de responsabilidad limitada o una sociedad por acciones. Esto, obteniendo sencillamente una personalidad jurídica y respondiendo al requisito del giro en la empresa a constituir, pero ¿Qué es un giro?
¿Qué es lo que hace un equipo de esports?
El giro es básicamente la actividad que va a realizar la sociedad para generar ingresos, lo que se acuerda por los socios. Un súpermercado tiene giro de venta al por menor de productos y una empresa de software tendrá el de desarrollo de plataformas informáticas.
La pregunta cae de cajón: ¿Cuál es la actividad que realizan los equipos de esports? Esa es la gran interrogante que, además, nos permitirá resolver un par de dudas: si están afectos a IVA (Impuesto de Valor Agregado) y cómo han de tributar posteriormente.
Entonces, es importante entender cuál es la actividad propia de los esports. En ese sentido, nos encontramos con dos aristas:
- 1: Un equipo compuesto por una plana administrativa pero, principalmente, por jugadores de deportes electrónicos, quienes participan en torneos, exhibiciones y demás, en búsqueda de obtener el título de campeones.
- 2: El mismo equipo, que también recibe sponsors o publicidad de distintas marcas.
Es decir, su actividad principal es “competiciones de torneos de esports”.
La importancia del giro determinará muchas cosas a la hora de tributar y su relación con servicio de impuestos internos, en dos dimensiones diferentes. En primer término, si se trata de un giro de empresa de primera o segunda categoría.
En los de primera categoría se tributa respecto del capital, lo que le permitirá un tratamiento especial, tributando sólo sobre las utilidades. En cambio, la segunda categoría habla sobre la renta del trabajo, con un tratamiento diferente y que impide, en gran medida, descontar gastos. Esto no es total, pero no tiene la misma flexibilidad de una empresa de primera categoría.
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Entonces…
En el caso de los esports, debemos entender que parten como un giro de capital, pues no hay un giro profesional como requisito para prestar servicios (los jugadores aún no son calificados como profesionales). Por lo tanto, el primer punto a resolver entonces, es que los esports responden a una empresa de primera categoría y que pueden tributar bajo éste régimen.
Aun así, las dificultades no terminan. El hecho de decidir sobre el giro impacta en si la empresa podrá facturar afecta o exenta de IVA. Para dilucidar dicha medida, debemos ver si el servicio prestado por parte de la empresa corresponde a uno de los que la ley declara afecta a IVA: “una acción que se le presta a otra persona por la que percibe una contraprestación establecida en la ley de IVA”.
Podemos concluir que el servicio prestado, por concepto de premios, no está gravado por la ley de IVA, pues no hay una acción y una contraprestación clara. Más bien, es contingente si se ganará el premio o no.
La otra parte
Pero, como sabemos, no es el único giro o actividad de los equipos en esports: también prestan su imagen a marcas publicitarias. Cuando llevan a cabo esta prestación, están realizando una acción y contraprestación onerosa, pues ellos publicitan la marca y se les paga por ello. Es importante indicar que solo cuando realicen dicha publicidad, deberán facturar con IVA a las marcas. De este modos, las marcas obtienen el respaldo de las facturas para declarar ese gasto.
En mi opinión, entender de esta manera el servicio de los equipos de esports responde a una doble vertiente: Cuando se juega un torneo y cuando se hace publicidad. Entonces, es de suma importancia tener en mente estas consideraciones para planificar una correcta estrategia comercial y tributaria.
