La llegada de nuevos actores a la LLA es una bocanada de aire fresco, en una región donde se respeta mucho a los viejos estandartes y se da poca opción a los nuevos chicos del salón.
Por Joaquín González
@B1gMoney1
La escena latinoamericana está viviendo tiempos de cambios, eso es innegable. La llegada de nuevos actores a la mayor competición regional es una bocanada de aire fresco, en una región donde se respeta mucho a los viejos estandartes y se da poca opción a los nuevos chicos del salón. Por ello es que la caída de Infinity Esports y el ascenso de Azules representa esta nueva era: reestructurar.
Pongo estos dos ejemplos en esta era de unificación de ligas para graficar las condiciones en la que se enfrentan los equipos con poder adquisitivo, como es el caso de Infinity. Luego de tener el mismo resultado durante año y medio y quedando fuera de playoff en esta edición de la LLA, es que recién tomaron en consideración hacer un giro de tuerca. El negacionismo de solo tener un staff experimentado y jugadores con trayectoria detiene, en mayor medida, buscar esa metamorfosis. Caer en un punto al que no se vio jamás, en el papel, no debería ser la chispa para un nuevo proyecto, ya que el plan cambia dependiendo de las situaciones que se van dando fecha a fecha.
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Es ahí qué vemos a All Knights, quienes split a split han buscado la fórmula, hasta por fin campeonar y lograr el equilibrio entre instructores consolidados a nivel mundial y un roster mirando a futuro con Shyro, Pancake y Keifer, junto con la experiencia en Newbie, Alive y Jisu. El secreto parece sencillo, pero en una región donde la autocrítica se define como castigo, mutar nunca es un paso atrás, sino que es mirar los errores del pasado para dar dos pasos al porvenir.
Hasta en el Azules que quedó eliminado por R7 este sábado, se ve el miedo a no cambiar. Hasta en circunstancias fortuitas, como se dio con el cambio de Xypherz por NN. Ahora, la directiva no tendrá miedo a reorganizar, después de un año en el que llegaron como underdogs y terminan saliendo por la puerta ancha. Es ése camino a la que debe apuntar la liga y todos los torneos nacionales, mirar día a día para ser en todo momento la mejor organización posible.
El dicho popular es muy sabio. “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”. Algunos pareciera no haber entendido nada aún, otros ya pisaron el acelerador.
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